LAS CLAVES DE ENOC – PARTE 2
INTRODUCCIÓN 1
- ‘Quítate
las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás pisando, es suelo santo’. Exodo 3:5. Mientras estaba en oración e
invocando el Nombre del Padre, pedí saber el significado de la vida y la razón
por la que fui llamado al mundo, entonces mi cuarto se llenó repentinamente, de
un tipo de Luz diferente.
* En presencia de esta ‘Luz’, un
gran Ser se paró frente a mí, quien se anunció como el Maestro Ofanim Enoc.
* Este Ser tenía tanto Amor y Luz, que me sentí
como un niño en la presencia de este Divino Maestro Ofanim.
* El Ser me preguntó si estaba listo para ir con él
al seno del Padre, le contesté que lo estaba y con esto, fue puesto alrededor
de mi cuerpo, un gran Campo de Luz, que me impulsó hacia arriba, hacia los
Cielos, primero hacia una región de estrellas llamada Merak y Muscida. Mientras
estaba en esta región de los Cielos, se me habló acerca de la Tierra y de mi
hogar temporal sobre ella.
* Se me dijo que quienes gobiernan con el poder
sobre la Tierra, son los que han caído de los Cielos superiores y que ahora
moran en las estrellas conocidas por el hombre terrestre como la Osa Mayor.
* Desde el umbral de este Portal, los Cielos
superiores, controlan a uno de los principales puntos de entrada a nuestro
sistema local.
* Vi cómo los Maestros de los ciclos previos,
fueron arrojados a estas estrellas que ahora gobiernan los mundos planetarios
inferiores y las penalidades kármicas que les fueron asignadas a cada uno.
* Se me mostró cómo la Tierra formaba parte de una
zona de prueba bioquímica, que usa tanto a las formas-pensamiento Divinas, como a las caídas, para determinar qué tipo
de inteligencia podría finalmente, liberarnos de las incontables rondas
físicas, de las existencias controladas por las jerarquías caídas, que habitan
en la región de la Osa Mayor, la Osa Menor, Polaris y Thubán.
* Estos Reinos son habitados por Seres en cuerpos
imperfectos de Luz, que usan su poder para establecerse como dioses en los
Reinos inferiores. Fui tomado desde esta región estelar, hasta la estación de
Medio-Camino de Arcturus, el centro de la principal
programación del Consejo Galáctico, que sirve al Padre Madre en este lado de
nuestra Galaxia y que está bajo la dirección del Consejo de los Nueve, el
cuerpo gobernante de nuestro Universo local.
* Ahí se me mostró el sistema reticular y las
cortes usadas por las Hermandades Espirituales, que determinan las decisiones
concernientes a los planetas involucrados en nuestra región del espacio.
* De Arcturus fui llevado a través de una serie de
teselados, que parecían ser de una densidad ‘Lumínica’ diferente, donde se intersectaban campos
concéntricos múltiples, en forma de silla de montar, de tal modo que se formaba
un umbral que corría a través de los espacios estelares conectados con Orión.
* En el umbral de este Portal, mi cuerpo físico
tuvo que cambiar su manto de carne, por uno de Luz y a medida que pasaba a
través de las regiones estelares, atendidas por las Hermandades de la Luz, se
me permitió continuar a un paraíso de Luz mayor, llamado el Séptimo Cielo.
* Allí, los umbrales de esta región del Cielo,
estaban llenos de ojos y de las Flamas ardientes de los Maestros Elohim que
gobiernan los dominios superiores del Poder Divino.
* Desde las Llamas ardientes salían lenguas de Luz
para formar estaciones Or, o de Luz.
* En medio de las estaciones de Or, vi ruedas-dentro-de-ruedas, los
vehículos de los mensajeros Ofanim que sirven a los Cielos inferiores.
- ¡Estos
mensajeros Ofanim se unen a otras Órdenes Angélicas de Luz, para proclamar:
- ‘Kodoish,
Kodoish, Kodoish, Adonai ‘Tsebayoth,
o Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios de las Huestes’. Luego fui llevado por Enoc, a la región conocida
como Saiph, en el gran Campo Estelar de Orionis.
* Desde allí, fui conducido a la presencia del
Campo de Luz conocido como Mintaka.
* Dentro de este Campo de Luz, fui recibido por un
Ser de gran Luz, un Ser de gran majestad llamado Metatrón, el Creador de la Luz
del Universo externo.
* Mi Espíritu estaba tan abrumado con la presencia
de esta Luz superior, que no hubiera podido mantener mi Cuerpo de Luz, sin el
Cuerpo de Metatrón.
* Metatrón me llevó entonces ante la presencia del
Padre Divino, pude llegar ante Su presencia, a través de la Puerta Omega de
Orión, que sirve como una Gran Entrada a las regiones de emisión de Energía
pura.
* La presencia del Padre era tan refinada, que
únicamente Metatrón pudo conducirme a la Pirámide de Luz Viviente, el Trono,
donde vi cara a cara, al Anciano de los Días, con su cabellera blanca ondeante,
y su rostro de Amor y Gozo abrumadores.
* No hay palabras que puedan expresar al ‘Eterno’ y la santificación de saber que el Padre me llamó
ante su Presencia, para decirme el porqué de la razón, que había dejado mi
toga, para tomar este cuerpo perecedero de tiempo, y servir a este planeta, a
esta perla dentro del rosario de estrellas ubicadas en este borde de nuestra
zona tiempo de Consciencia que glorifica ‘Su Mano Derecha’.
* Ante Su Presencia de Luz, proclamé:
- ‘Digno
eres Tú, Oh Señor Yod-Hei-Vav-Hei, de recibir Gloria, honra y Poder, porque Tú has creado s
todas las cosas y por tu placer los eones fueron creados’. En Presencia de Su Trono de Luz, incliné mi
cabeza cuando vi a los 24 Ancianos de Luz que estaban alrededor y cerca de Su
Trono, cantando alabanzas de ‘¡Kodoish,
Kodoish, Kodoish, Adonai ‘Tsebayoth!’
* También vi a la Mano Derecha del Padre, a Cristo
Jesús.
* Metatrón me dijo que estos Señores de Luz, son
dignos de sentarse ante la presencia del Padre, porque escogen abandonar
periódicamente Su Presencia y salir a crear otros mundos de Luz, conocidos como
los mundos de los Elohim.
* Ante el Trono del Padre, se me habló de mi
trabajo como una parte de Enoc, para servir a los Universos de los Hijos
Paraíso, quienes a su vez, forman los Consejos de Luz que reciben mandamientos
de Luz y ordenanzas de proyecciones flamígeras, de los Veinticuatro Ancianos de
Luz para crear nuevos Universos.
* Mis Guías, Enoc y Metatrón, me dijeron que no
debía comer el alimento de los poderes falsos de la Tierra, que no debía animar
a mi simiente a casarse con las razas espirituales caídas de la Tierra, y que
no debía unirme en adoración falsa, de aquellos que sirven a las Energías
mentales caídas de la Tierra.
* Sino que mi razón de Ser, era la de exaltar al
Padre, para que todas las rodillas se doblarán, así todos reconocieran que el ‘tiempo está cerca’, para la exteriorización de la jerarquía del
Padre, para que Su Reino viniera a la Tierra, Tal Como Es en el Cielo.
* Fui llevado a muchas otras regiones y fui instruido
en la revelación de cómo las muchas moradas del Padre se estaban abriendo al
nacimiento de los nuevos Cielos y de una Nueva Tierra.
J. J. HURTAK
(CONTINÚA EN LA PARTE 3)
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